Después de mucho tiempo me siento delante del blog (que no del ordenador). Esto de los blogs yo creo que es como algo que leí hace un tiempo, que un blog es como tu casa pero no te das cuenta y poco a poco empiezas a pasar más tiempo en el bar (llamémosle facebook) que en casa. Pues es que después de Inglaterra creo que no tengo mucho que aportar a la blogosfera pero en fin, hoy me he sentido inspirada y me ha dado por pasarme por aquí.
Estoy de vacaciones pensando en lo que fue el curso pasado y en lo que vendrá en septiembre y me he dicho… hagamos un resumen.
Era agosto y yo estaba en la magnifica California (empieza bien!) cuando la lista de los destinos con el colegio que me había tocado se acababa de publicar en internet. No puedo mentir, cuando vi mi colegio de destino me llevé un chasco que se me hizo la sangre horchata.
Y en ese plan comencé el curso, en un destino que no me esperaba ni me gustaba pero era lo que había. Supongo que todos los comienzos en cualquier trabajo son duros así que no voy a escribir una pataleta sobre lo desubicada que me sentí cuando empecé a trabajar allí, sin conocer a nadie y a un rato de casa, porque el que más y el que menos se ha sentido así alguna vez.
Poco a poco me fui adaptando, haciendo migas con los compañeros y conociendo a mis alumnos, ¿Sabíais que este año he tenido unos 340 alumnos? Pues ya casi al final del curso me sabía todos los nombres aunque reconozco que a los gemelos nunca los llegué a diferenciar, y a Bryan y Kevin tampoco.
Es que estoy escribiendo y no veo a donde voy con esto. Supongo que la conclusión de este año es que a todo se acostumbra uno. No se, al principio no me gustó donde me tocó y al final no me quería ir..! que cosas.
Y ahora vienen los mieditos ¿Dónde me tocará el próximo curso? ayayayyy…