Como comenté en el post anterior he pasado un par de dias en la Isla de Man. Antes de salir de viaje estuve buscando algo de información sobre que visitar en la isla pero casi todo lo que encontré fue sobre las carreras de motos que hacen por allí.

Os voy a contar un poco lo que se puede ver por allí… en esta chupi-crónica de viaje.

Salimos desde  Birkenhead un nublado sábado, hay que decir que llega un punto en el camino en el que las aceras desaparecen y te ves andando por un sitio gris e industrial pensando que has llegado al fin de los tiempos, pero no, es ahí, has llegado al puerto de Birkenhead el cual sin duda tiene un acceso pensado para ir en coche.

El ferry un muermazo, cuatro largas horas ahí dentro pasando el rato como puedes. Finalmente llegamos a Douglas, la ciudad principal.

Douglas no es una ciudad muy grande, tiene un paseo marítimo bastante bonito desde el cual puedes ver el mar acariciando las calles de blancas casas al pie de una colina de verde intenso, al fin y al cabo estamos en las islas Británicas, aunque no en el Reino Unido, Man es paraiso fiscal..! La isla es prácticamente independiente, tiene su propio gobierno, pero le tiene lealtad a la reina Isabel II, en fin, un follón.

Realmente no hay mucho que ver en Douglas a parte del paseo marítimo y el pequeño castillo de piedra en medio del mar.

Hay un par de calles comerciales en las que se pueden comprar recuerdos con el símbolo de Man la»TRIPATA» xD (Manx triskelion) el emblema de la isla es muy raruno, son 3 piernas humanas que forman una especie de cruz… y lo ves en tooodas partes, hasta en los billetes, se dice que puede tener su origen en la  antigua grecia y en influencias celtas . Por cierto, la isla tiene su propia moneda, los billetes son distintos a los de libras inglesas (aunque tienen valor equivalente) allí puedes utilizar indistintamente libras inglesas o manesas pero ojito, las libras manesas no valen en UK.

Al día siguiente nuestro super-guia Jorge nos llevó a visitar los pueblos de los alrededores, cogimos un bus y nuestra primera parada fue Ramsey, a destacar allí el puerto y el paseo por el faro, no tiene mucho más pero tuvimos la enorme suerte de cruzarnos con un gato Manx, el gato autoctono, sin rabo y bien gordita que estaba la gata, que maja, los que me conocen saben que soy pro-felina al 98% así que para mi fue todo un honor.

De allí fuimos a Peel con otro bus, lo mejor para ver es el castillo aunque llegamos sobre las 5 de la tarde y tuvimos que conformarnos con verlo al ocaso y bajo la luna con la iluminación que le han puesto.

El siguiente día visitamos Laxey, allí está la noria de agua más grande del mundo (puse foto en el post anterior), era utilizada para temas de minería y allí sigue en pie, realmente el acceso a la noria y el entorno (hay varios caminos por los que pasear a la vera del bosque) estaban cerrados, sólo lo abren en verano, pero nada que no se pueda arreglar saltando el torno jijijiji. Fue una excursión muy recomendable, el escenario es muy bonito, muy verde, incluso sin ser todavía primavera.

Me perdí la excursión de por la tarde a Castle Town, cometí un error de libro y me puse mala: Bebí agua del grifo ¡craso error! Todos bebieron y nadie se puso malo pero mira, a mi cuerpo no le hizo gracia…!

En fin, este es el resumen del mini viaje a la Isla de Man, ¿que podría decir como conclusión? Es un sitio curioso de ver, el paisaje es bonito y lo pasé muy bien, pero realmente bajo mi humilde opinión es un viaje que no pasará a los anales de la historia, se pueden ver cosas igual de bonitas o más por todo el Reino Unido y además te ahorras la pasta del ferry (que no es barato por cierto!), ¿me gustó el sitio? Sí, ¿volvería a ir? No creo.

Ahh! Mirad la mermelada de mi desayuno ; )